martes, 4 de noviembre de 2014

Manuel Samillan Baca

                                                                Manuel Samillan Baca
  

                                              HA FALLECIDO UN GRAN HOMBRE”


Artículo escrito por Miguel Oneto G.

Hay en nuestras vidas obligaciones espirituales ineludibles, ingratas para nosotros, como la que hoy nos impone con tristeza en el alma y pesar en el corazón escribir estas líneas
La parca implacable, con guadaña de muerte, destructora de vidas, ha segado el hilo de una existencia digna, inteligente y útil. Cuan cierto, qué difícil es penetrar los misterios del corazón humano cuando loa conturba el sentimiento de la muerte.

Con profundo pesar, sentimientos del que vive y ve — con dolor — cómo pasan las cosas, cómo se va la vida — sin sentir — cuán débil e indefenso es el hombre — antes de la muerte — cómo brota el llanto — con dolor — cuando muere, cuando se va, definitivamente un hombre, MAESTRO Y AMIGO: Manuel Samillán Baca.
Desaparece intempestivamente lejos de Lambayeque, en Lima, víctima del traidor cáncer, una existencia espiritualmente vigorosa y fecunda; una vida consagrada al apostolado de la enseñanza, al culto de la inteligencia y a la práctica del bien, en ese crisol de juventudes, en ese laboratorio de estudio y del saber que se llama Juan Manuel Iturregui, su colegio tan querido.

Maestro de Maestros en las aulas del San José de Chiclayo, primero, del Iturregui de Lambayeque luego; ejemplo de vivismo y de disciplina en el colegio, en la calle y en el hogar, Samillán Baca, el gran Maestro, cual insigne escultor, supo modelar el alma juvenil para que sus alumnos fueran buenos estudiantes y ciudadanos dignos, y es que el estudiante sintetizaba para Samillán, el destino de Lambayeque.
Escribir - en este instante gris, con el corazón triste y la mente nublada por el sentimiento — la biografía mínima de esta vida tan plena y generosa en realizaciones, de medio siglo de fecunda acción educadora, es hacer la biografía del propio Colegio de San José de Chiclayo y es hacer la biografía del Colegio Iturregui de Lambayeque, porque Samillán Baca es San José y es Iturregui porque se identificó con sus alumnos Esa tarea, labor grata, honrosa, llena de dinamismo y de versátil interés, es gesto superior a nuestras modestas capacidades que limitan la tiránica disposición de espacio y que, propia de libro, otros más autorizados, algún día habrán de escribir.

Manuel Samillán Baca fue Maestro Integral que supo conjugar las normas de la pedagogía con la comprensión de los problemas espirituales. él supo como educador, inspirar en el alumno amor por el libro del pensamiento humano, a disciplinar su carácter y a dirigir el espíritu hacia el conocimiento y dominio de la verdad y de la belleza que es practicar la virtud como él lo hizo siempre con el ejemplo vivo de su acción admirable y sin tacha.
Alma intensa, hombre de corazón, espíritu vertical; él abrió trocha en & sendero de la educación, inteligencia y disciplina del carácter de la juventud obsesión apostolado y razón de su vida, por la que con enérgica entereza taló adversidades, incomprensiones y rencores e eliminó obstáculos y arrojó la semilla del porvenir del Colegio Juan Manuel Iturregui. Es que Samiilán, medio siglo atrás, aceptó el reto del Departamento y el llamado de su juventud en los campos aún incultos de la educación, con todas las obligaciones que supone laborar contra la indiferencia del medio y el egoísmo humano. Es que el recordado Maestro, para ser perfecto, cruzó entre nosotros el camino espinoso del dolor y supo cargar estoica y silenciosamente, la pesada cruz de la ingratitud y del rencor que lo arrojaron y el ostracismo de la subrogación injusta e ignominiosa con sus durezas y soledades.

Treinta años, profesor o director del Colegio San José; fundador, nervio y espíritu del Colegio Iturregui; Presidente del Rotary Club, Sindico del Municipio, miembro activo de toda institución o gestión de bien colectivo y social, jubilado en el año 1962 en compensación justa de una vida consagrada a la educación, descontando un doloroso lapso de obligada ausencia de las aulas escolares, víctima de la prepotencia e incomprensión funcional de un Director de Educación Secundaria tuvo que apurar el cáliz amargo de la injusticia que, por misteriosos azares de la vida parecen obligados a saborear los hombres excepcionales. Injusticia subsanada en el año 1,957 al ser repuesto en su cargo por la decidida intervención de la Representación Parlamentaria.
Esa cruel lección, lección del coraje de vivir la vida con toda su carga de insatisfacciones, es una forma de la sabiduría, es la sabiduría misma porque Samillán practicó la sabiduría de la vida, vida impresionante y hermosa porque fue plena, integra, útil y generosa. Samillán deja para Lambayeque un legado: el Colegio Iturregui y, para la juventud, un mensaje que es la lección inolvidable de su cultura, de su disciplina personal y de su don de gentes.

En esta etapa crucial del hombre, de crisis de la educación y de autoridad, de crisis política y social; en esta quiebra de valores y principios, el nombre de Samillân Baca será recordado por su devoción a la verdad, al imperio de la inteligencia y de la disciplina, porque su repudio a toda ignorancia y desorden, normas que enseñó y practico en el aula y en la calle, porque su misión de Director jamás en la puerta del plantel la campana señalando fin de Las labores y salida de ciases. No — más allá — en la calle también le importó mucho el comportamiento y conducta del alumno; amor y disciplina que éste devolvía a su manera.

Aún repercute en nuestros oídos ese rumor de pasos y de voces, confusión de todo, expresión libre y bullanguera del alma estudiantil, eco inconfundible de la ausencia de autoridad y súbitamente, el grito apagado, suspenso intempestivo de la mataperrada, formalidad absoluta porque se acerca el profesor cuidado... que viene ¡¡¡Huevitooooo!!! Es decir, que viene, que se acerca veloz el orden y la disciplina. Sí, como suena. ¡¡¡Huevitooooo!!! Mote, apodo inevitable, inofensivo, juvenil, sin mala intención, producto de la implacable, aguda y sarcástica imaginación estudiantil, de la que no escapa el más perfecto profesor del Colegio. Más, cuánto daríamos hoy, ya maduros, serenos y reflexivos por no haber gritado ni a la distancia, a soto voce, para esquivar el dedo acusador ¡¡¡Jebito!!!. Sí. cómo nos afecta, cómo sentimos ahora que ha desaparecido quien fuera cabal expresión de dignidad, quien tanto hiciera por nuestra formación física y espiritual; el Maestro y Director que dio a sus alumnos más de lo que suelen dar muchos padres de familia por sus propios hijos.

Es que la muerte nos trae la última dimensión de hombre que es por lo general, la más grande y cabal: aquella que vemos libre de humanos egoístas y munidos de honda y trágica realidad... Miseria humana... Exigimos la muerte, el sacrificio cruento o la inmolación del hombre para hacerle justicia. Y, muchas veces, ¡I qué justicia j?? Ni las Palmas Magisteriales que con motivo de su jubilación, solicitaran autoridades y entidades representativas del Departamento y en su Cámara, el ex diputado Oneto; Palmas que el Ministerio de Educación que, con muy honrosas excepciones, suele distribuir generosamente con prodigalidad del reparto de programas y que regatea con usura de agiotista a quienes que como Samillân Baca, Maestro y Educador por antonomasia, las merece pero no las piden.

El viejo y querido Profesor, educador de generaciones ya de profesionales y de ciudadanos útiles a la Nación fue mentor, guía y colaborador de profesores de la talla de Nicolás La Torre, Oyola, Lastres, Cadenillas, Guillermo Del Castillo, Orrego, Bocanegra, Arbulú, Mondoñedo, Rosas, Basailo, Silva Salgado, Burga, Adrianzón y otros insignes forjadores de vocaciones, maestros educadores de verdad con profunda convicción magisterial.

Discutidos por algunos, admirados y respetados por todos, ha sido necesaria su muerte para que muchos comprendan la verdadera dimensión humana de este gran hombre, del amigo y del profesor que amó a la juventud con amor de padre y espíritu de educador, Se ha dicho que “sólo los grandes hombres son criticados” Como tal muere Samillân Baca, pero, con el corazón libre de rencores, con el pensamiento en su Lambayeque lejano y con la palabra Iturregui” a flor de labios; plenitud espiritual del deber cumplido en el sendero de su vida. De él se puede afirmar por su espíritu y dinamismo, que tuvo ancianidad joven, porque la ancianidad cuando alumnos a sus buenos profesores, no es razón para el despojo infinito. Pero es que aún el roble, la encina y el algarrobo, saciado de tiempo caen al fin algún día abatidos por la guadaña mortal e inexorable de Cronos. Así como el tiempo depura la imagen del hombre, la muerte purificara la imagen terrena de Samillân Baca, porque la gloria no es de los seres vivos: “Cinesi gloria senavenit”, “La gloria vendrá a nuestras cenizas’.

Lambayeque y el Colegio Iturregui tienen una deuda de honor que cumplir en memoria de Samillán Baca. Como ciudadano y como educador, se impone fundir en bronce la ima9en que perennice el recuerdo de un pueblo y su juventud; efigie que en el gran Hall de ingreso al Colegio lturregui sea inspiración permanente de inteligencia, de carácter y de integridad humana
Ha fallecido un hombre, un hombre que fue maestro en palabra sabia, un hombre digno, un amigo leal. Ha fallecido un Maestro, un amigo. Ha fallecido Manuel Samillán Baca

Lambayeque está de duelo, el Pabellón de su Colegio con crespón a media asta y nuestros corazones afligidos ante la decisión del destino. Si es verdad que los hombres pasan y las obras quedan, aunque los restos mortales de Samillán Baca reposen en camposanto limeño, su corazón de Maestro, su gran corazón de hombre noble, latirá eternamente clavado en el Colegio Juan Manuel lturregui de Lambayeque.

¡¡¡HA FALLECIDO UN GRAN HOMBRE!!!

martes, 12 de agosto de 2014

Vida Laboral de Fernando Samillán Baca


                                                 Fernando Samillan Baca

Eloy(1) Fernando Samillán Baca, hijo del matrimonio de Edilberto Samillán y Rosa Baca Baca, nació en Lambayeque el 24 de noviembre de 1896, hizo estudios en el Colegio Nacional San José de Chiclayo, viajó a Lima donde casó con doña Magdalena Cavero del Busto el 19 de enero de 1918, con la que tuvo cuatro hijos(2). Hizo estudios profesionales en la Escuela Técnica de Comercio, donde se graduó con honores en la especialidad de Contabilidad, dedicándose a su profesión realizando múltiples peritajes y auditorias, ejerciendo a partir de 1930, el cargo de Contador de la Estación Experimental Agrícola de Auditoría (1927-1945). Al crearse el Instituto de Contadores del Perú se reconoció sus conocimientos profesionales. Fue solicitado por el Doctor José Luis Bustamante y Rivero, para que le preparara un informe sobre el estado de la Hacienda Fiscal. Al asumir éste la Presidencia de la República lo convocó para integrar la Comisión Reorganizadora del Ministerio de Gobierno y Policía. Al término de esta labor se le otorgó por sus méritos y servicios la Orden del Sol del Perú el 12 de diciembre de 1946. Con motivo de este reconocimiento los colegas y amigos le ofrecieron un homenaje donde los oferentes exaltaron su capacidad y méritos(3). Nombrado Director General de Economía del Ministerio de Gobierno y Policía, (1945-1948) desempeñando este cargo durante las gestiones de los ministros: Rafael Belaúnde, Manuel E. Rodríguez, Manuel A. Odría y Julio César Villegas. A asumir la Presidencia el General Manuel A. Odría fue nombrado Director General de Administración del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. (1948-1950), ocupando posteriormente los cargos de Director General de Administración del Ministerio de Fomento y Obras Púbicas (1950-1951); Sub-Gerencia General de la Compañía Administradora del Guano (1952-1954)(4) y en el gobierno del General Odría con el Ministro de Hacienda y Comercio don Emilio Guimoye gestó la creación de la Proveeduría General de la Administración Civil del Estado, de cuyo Directorio fue Presidente Ejecutivo hasta su jubilación.. Al retirarse de la función pública en 1956, fue condecorado con la Orden del Servicio Civil del Estado, en el grado de Comendador. En la gestión de la Señora Ana Fernandini de Naranjo (1963) en el Concejo Metropolitano de Lima fue nominado Concejal. Falleció en Lima el año de 1990. Notas.- (1): Durante toda su vida se identificó en todos sus actos: estudios, matrimonio, nombramientos, inscripción de sus hijos y propiedades como Fernando Samillán Baca. Al cumplir 80 años requirió, para una gestión. contar con su partida de nacimiento original y al solicitarla a Lambayeque esta anotaba su nombre como Eloy Fernando Samillán Baca. A partir de esa fecha tuvo que reinscribirse con ese nombre. (2): Aida Rosa, Irma Elena, Dora Leonor y Fernando Samillán Cavero (3): Los que suscriben este recuerdo amigos y colaboradores del Sr. Fernando Samillán Baca quieren al ofrecerlo que perennice las enseñanza de rectitud y moralidad que ha dado con su ejemplo de funcionario. Lima, noviembre 24 de 1946. Inspirado San Martín el Gran Libertador en la ejemplar moral heroica ciudadana que ennoblece y engrandece al patrio amor forjó el premio de recompensa meridiana Este brillante galardón que significa tanto a quienes a su Patria dan con gran abnegación cerebro y corazón, es el sueño y el encanto de patriotas que enaltecen su misión. Este símbolo es la imagen más bella del Sol Padre de los Incas y del Universo que en lo moral y lo material es la estrella más grande que apenas cabe en el verse. Este símbolo en quilates de oro puro, Condecoración del so1 se le nombro para ponerlo j unto al corazón a quien seguro y firme con su moral cívica asombró. Es por esto que a Fernando Samillán Baca, que, sin temor a las sombras, traspasó los lindes del Deber y su patriotismo destaca sin alardes ni ruidos, hoy la Patria le compensó. Le compensó con la condecoración de más valor, por su moral y su amor cívicos bello estímulo y gran lección (4): Con motivo de su viaje a Estados Unidos, aprovechando la única vacación que tuvo en su vida laboral, se le brindo una despedida en la que se pronunciaron los siguientes discursos. Al ofrecer el homenaje e Dr. Víctor Pérez Santisteban dijo: Hace apenas unas horas que los gentiles organizadores de esta elocuente y jubilosa manifestación de simpatía y adhesión a vuestra persona me han abrumado con el gratísimo encargo de ofrecérosla porque es su más profunda intención que sea trasunto y expresión viva del noble sentimiento que la anima el sentimiento sin fronteras y sin jerarquías de la auténtica amistad. Y por eso, han elegido no al mejor capacitado para hablar en nombre de los numerosos caballeros que os rodean, sino a uno de vuestros fraternos y más antiguos amigos que comparte con vos el dulce e inefable recuerdo de la tierra que los vio nacer y que testigo de excepción de cómo ha ido formando vuestra recia y austera personalidad, escalando peldaño tras peldaño , las cimas del éxito consagratorio sin valerse de apoyos adventicios sino al calor de la fragua interior de su espíritu y con los chispazos que fluyen en quien es yunque y martillo de su vida y de su obra. Pocas veces como esta fiesta señores, puede aplicarse el viejo aforismo castellano: “el honrar, honra”. Y en verdad nos sentimos honrados esta noche envolviendo con el hálito de nuestro afecto sencillo y hondo a un hombre de prístinas virtudes morales y cívicas, a quien sustraemos por breves horas el silencioso mundo de su modestia para exhibirlo como paradigma y ejemplo de los valores nutricios que anidan en esa fuerza social no siempre comprendida y casi nunca justicieramente recompensada que forma la mesocracia peruana. sin razón y que la ignorancia aldeana envuelve en el manto de sus aberraciones e injusticias, Este homenaje a Fernando Samillán Baca, rebasa los límites de un simple acontecimiento social. Es la exaltación de una figura señera de los muchos miles de ciudadanos honestos, que como él entregan en la tarea cotidiana la plenitud de sus energías creadoras al servicio de la Patria, dentro de las filas de la Administración Pública, la cenicienta del Estado, que la maledicencia humana estigmatiza sin razón y que la ignorancia aldeana la envuelve en el mantos de sus aberraciones e injusticias. Soy de los que reconocen las excelencias innegables de los servidores de la nación y desde la modesta esfera de acción pública que el destino ha deparado a través del periódico, del libro, de la cátedra y de la tribuna parlamentaria, he sostenido siempre que nuestro país cuenta con magníficos elementos en su organización administrativa constituyendo la columna vertebral del Estado. La grandeza y el prestigio de la Patria no solamente la forjan los estadistas desde sus gabinetes de trabajo y los héroes en los campos de batalla; se alcanzan con la intervención anónima de cuantos contribuyen con sentido de responsabilidad en el funcionamiento y la próspera solución de sus instituciones públicas imprimiéndoles dignidad y eficacia. Y es éste el secreto del éxito del prestigioso funcionario a quien hoy rodeamos con legítimo alborozo. En los largos años de su rectilínea carrera administrativa, él ha creído siempre servir a su país siendo fiel a los principios de la austeridad y la hombría de bien con el afán incesante de lograr una articulación técnica de la Administración Pública. Y porque quiere que el Perú no sea un pedregal por donde hay que pisar adhiriéndose los pies y el alma predica con el ejemplo los dos grandes atributos que deben adornar al servidor del Estado: la honestidad y la preparación. Para lo primero es inflexible y tenaz, para lo segundo, intransigente, pero comprensivo y humano. Él sabe que no es fuerte quien grita, sino quien procede bien, no es fuerte quien agravia sino quien sin agraviar somete a normas; no es fuerte quien amenaza y después no cumple sino quien cumple sin amenazar. Con esta moral y con estos principios, Samillán Baca, ha llegado el desempeño de altos y delicados cargos, sirviendoeficientemente a su Patria, con el respaldo irrestricto del Jefe del Estado y con el aplauso y el reconocimiento de la opinión pública. Las bien conquistadas y mejor merecidas vacaciones que va a disfrutar y mejor merecidas vacaciones que va a disfrutar en unión de la dulce compañera de su vida y con la alegría del reencuentro con sus hijo, allá en el gran país del Norte, ha sido pretexto feliz para sus amigos, que esta noche, con los corazones abroquelados de sincera cordialidad le rinden público homenaje de admiración y devota amistad Señores: brindemos por Fernando Samillán Baca, ciudadano ejemplar y gran señor de la Amistad. ¡Salud! El Sr, Fernando Samillán Baca contestó en los siguientes términos: Sr. Dr. Luis Sáenz, Ministro de Salud Pública y Asistencia Social \Sr. Dr. Víctor Pérez Santisteban, Diputado por el Callao. Mis queridos amigos: Momentos hay en la vida de los hombres que justificadamente la emoción entraba sus facultades. Este es para mí uno ellos, porque abruma mi espíritu, por naturaleza modesto, la significación de esta manifestación de aprecio, tan gentil y generosa, que se ofrece a mi persona en una ocasión inesperada y porque me hace vacilar, como nunca en otros actos de mi vida, en si sabré o si podré traducir con frases certeras, lo profundo y sincero de mi gratitud hacia vosotros. Esa emoción es aún mayor porque es este uno de los momentos más felices de mi existencia, porque vuestra presencia y el recuerdo de los hechos que vivimos juntos compendia admirablemente, una a una, las etapas de mi vida ciudadana y porque esta reunión, tan elocuente y espontánea de hombres representativos de las distintas actividades en las que yo actué o actúo, que ocupan todos posiciones destacadas en la sociedad, me hace sentir justificadamente orgulloso y satisfecho de haber sabido hacer amigos tan selectos como vosotros y de haber sabido conservar su amistad sincera y su comprensión plena y pura de amistad que se forja y retribuye siempre con un fin y nunca como un medio y esa comprensión plena y pura que liga a hombres serenos y conscientes, pero que nunca puede se incondicional. Al recorrer con la mirada el ámbito armonioso que vosotros formáis, estoy rememorando en visión retrospectiva, todas y cada una de las jornadas de mi vida ciudadana. Estoy reviviendo momentos pasados unas veces plácidos y otros duros, en que vosotros junto a mí o yo junto a vosotros, conjugando ideales y sentimientos y compenetrado corazones e inteligencias compartimos la satisfacción de algún éxito logrado o la pesadumbre de algún esfuerzo trunco o incomprendido. Estoy rememorando el trabajo que hicimos juntos; los esfuerzos que aunamos para crear o para obtener- desinteresándonos en nosotros mismos, algo fecundo o trascendente para la entidad en que laborábamos o laboramos, para la comunidad en que vivíamos o en que vivimos y para la Patria que amamos. Estoy reviviendo nuestras luchas de ayer y de hoy que emprendimos juntos, luchas tenaces, pero siempre alturada, que enristramos juntos para enderezar algo torcido, para restaurar algo valioso pero corroído o para evita algo mezquinamente inspirado o contraproducente.. Esas luchas en que pusimos, como pondremos siempre, la entereza moral, el don precioso que podemos exhibir los hombres que hemos actuado sanamente inspirados. Estoy reviviendo la satisfacción de aquellos momentos en que el éxito coronó nuestros esfuerzos y nos impulsó hacia la superación, estimulándonos a emprende algo más grande y más fructífero para nuestra entidad, para nuestra comunidad o para nuestra Patria.. Y estoy reviviendo también esos otros momentos en que la incomprensión, el interés creado indestructible o la pequeñez espiritual, nos hizo sentir desazonados, pero sin herir ni empequeñecer la plenitud y pureza de nuestros actos, de nuestros principios, de nuestros ideales y nuestros sentimientos. Haber sabido o – para decir mejor – haber podido conjuncionar esos esfuerzos, esas luchas, esos ideales, sentimientos e inteligencias, limando aspereza y haber sabido conservar la modestia frente al éxito y la serenidad frente al fracaso, haber podido forjar y mantener esa amistad que cifra en su fin mismo y que es la que, comprendiéndonos mutuamente nos liga es, señores, una satisfacción muy grande para un hombre que traspasa sereno el umbral de la madurez y constatarlo en una reunión como ésta, es algo que llega a las fibras más recónditas del ser y que, a la vez, emociona y estimula. Yo os doy las gracias desde lo más profundo por esta manifestación cuya significación me hace sentir justificadamente orgulloso y me hace pensar en que, por el solo hecho de vuestra amistad tan gentilmente manifestada y de vuestra comprensión una vez más elocuentemente expresada, he hecho ya una vida útil y provechosa.. Afortunadamente ello ha sido posible por esa comprensión a que me refiero. Por esa comprensión que me brindaron en tiempos lejanos quienes fueron mis superiores, por la que me siguieron prestando quienes alternaron conmigo, día a día, esfuerzos y trabajos y por la comprensión sincera que me ofrecieron y me siguen ofreciendo quienes encontraron posteriormente en mí, antes que al Jefe, al amigo. A ellos va el agradecimiento profundo y sincero de mi corazón; especialmente al hoy Señor Presidente de la República Constitucional de la República, General de División Manuel A. Odría, con quien tuve el honor de compartir, en días luctuosos para la Patria, momentos imperecederos en que el patriotismo y entereza moral brillaron como estelas refulgentes, inspirando toda acción y todo esfuerzo y en quien tenemos el paladín de nuestra democracia y el guía seguro y firme que conduce a nuestra Patria hacia la prosperidad y grandeza. Agradezco a mis amigos de ayer y de hoy que me acompañan como siempre y que me brindan la satisfacción de esta noche y especialmente al doctor don Víctor Pérez Santisteban, diputado por el Callao, mi paisano y amigo de la infancia, cuyas frases inspiradas por el sincero aprecio que nos liga, afectan mi modestia y me hacen enorgullecer por provenir de quiees vienen y por testimonias sus sentimientos y el de todos vosotros. Muchas, muchísimas gracias. Mis queridos amigos: Dentro de breves días emprendo viaje a los Estados Unidos. Es, un alto merecido en la jornada, un alto en el trabajo y en la lucha diaria, un descanso para reparar fuerzas. Vosotros me hacéis sentir feliz dándome vuestros augurios y el recuerdo imperecedero de esta noche que me ha de servir fuera de la Patria querida, para pensar en lo bueno y en lo noble de la amistad, en la generosa compensación que tiene una vida dedicada al trabajo; y ese recuerdo me hará meditar en cómo puedo ser más útil, en que puedo hacer para merecer y corresponder mejor a vuestra sinceridad y comprensión. Os digo emocionado: hasta la vuelta, Dios mediante. Y brindo, por la amistad sincera que nos une y por la felicidad y ventura de vosotros y vuestras familias. ¡Salud! 

viernes, 23 de abril de 2010

sábado, 17 de abril de 2010

viernes, 9 de abril de 2010

Como aparece el apellido en el Perú

Pedro San Millán, caballero santiagués, contaba treinta y ocho años y pertenecía al número de los ciento setenta conquistadores españoles que capturaron a Atahualpa. Al hacerse la repartición del rescate del Inca, recibió treinta y cinco marcos de plata y tres mil trescientas onzas de oro. San Millán, en sus buenos tiempos, había pecado de rumboso y gastador, era bravo, de gentil apostura y generalmente querido.
Leal amigo del mariscal Diego de Almagro siguió la infausta bandera de éste y cayó en la desgracia de los Pizarro. Vencidos los almagristas el 6 de abril de 1538, le confiscaron su fortuna , dejándole por vía de limosna un desmantelado solar ubicado en la calle de Judíos.
En esta casa asignada a Pedro San Millán se albergaron doce españoles que vivían de la caridad de algunos amigos, al punto que para salir a la calle contaban con una sola capa que turnaban entre ellos, por lo cual recibieron el apelativo de “los caballeros de la capa”.
Vejados permanentemente por los pizarristas decidieron poner fin a su triste situación y urdieron asesinar a Pizarro lo que lograron a mediodía del domingo 26 de junio de 1541 sorprendiendo al marqués quien con cuatro compañeros en vano intentó defenderse hasta que Martín de Bilbaole acertó una estocada en el cuello.
A las tres de la tarde, más de doscientos almagristas habían creado un nuevo Ayuntamiento; instalado a Diego de Almagro el Mozo con el título de gobernador hasta que el Rey proveyese otra cosa.
Todas estas incidencias son narradas en la Tradición de Ricardo Palma titulada “Los caballeros de la capa”, por lo que es ocioso continuar plagiando a don Ricardo y dirigimos al lector a su amena lectura.
Llegado al Perú Vaca de Castro se produce la guerra civil que culmina en la sangrienta batalla de Chupas donde los almagristas el 16 de setiembre de 1542 son vencidos.
Martín de Hidalgo perdida toda posibilidad de triunfo se lanza contra los pizarristas gritando ¡A mi, que yo maté al marqués¡.
P:edro de San Millán es hecho preso y degollado por orden de Vaca de Castro.

martes, 9 de marzo de 2010

Presentación

El hombre es un ser gregario, tiene la inclinación natural de actuar en grupos. El grupo principal es el grupo familiar. Desde los origenes de la humanidad, asumió un nombre propio para diferenciar su identidad, asi mismo la de los seres de su grupo familiar. He ahi que aparecen los nombres personales y luego los nombres que corresponden a los descendientes del jefe o padre biológico.

Cuando los conglomerados humanos eran de una pequeña cantidad de habitantes se los conocía por su nombre de pila y, lo que hoy llamamos apellido por el nombre de su lugar de origen. Así tenemos a Jesús de Nazareth, Leonardo Da Vinci, Rafael di Sanzio, Gonzalo de Berceo y tantos otros. Tal es el nombre que da origen a nuestro apellido, y que llega a al Perú con uno de los conquistadores españoles y figura en una de las Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma, la titulada "Los Cabaleros de la Capa": Pedro de San Millán, en cuyo solar se albergaron los almagristas, cuando ellos llegaron fracasados de Chile y de donde salieron para dar muerte a Francisco Pizarro.
San Millán de la Cogolla es un municipio de la comunidad autónoma, Rioja España cuyo monasterio es considerado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. El apellido San Millán, con el uso, ha obviado, aparentemente, la n de San uniendo el sonido nm sólo en m, y llevándolo asi a la escritura como una sola palabra.

Esta supresión ya se puede ver en los textos de la "Vida del santo San Millán" nacido en el año 473 (cuyo nombre fue Emiliano Millán), escrita por Gonzalo de Berceo, en el siglo XIII reconocido como el más importante iniciador del idioma castellano.
Llega pues el nombre al Perú en 1535 y se difunde inicialmente el Norte en el departamento de Lambayeque.
En este blog pretendemos recoger la información de aquellos que tenemos este apellido y conocer algo de sus vidas.
Sean bienvenidos.
Fernando Samillán Cavero